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4/9/10

¡Ven, Amor!

Ven amor, que no te tengo,
ven que te quiero a mi lado,
ven que te estoy esperando,
ven amor no tardes tanto!
Amor percibo en el eco
que viene por las orillas,
a mi lecho cuando quiero
a besarme las mejillas.
Amor que casi te tengo
ven apaga mis pesares;
ven que te quiero a mi lado,
como las olas... ¡A mares!
Amor de eternas caricias
aroma de mis azahares,
que, siendo a contracorriente,
me seducen tus cantares.
¡Ven amor, no tardes tanto
que me pierdo en tus encantos;
no dejes que sienta frío
arrópame con tus mantos!
Esos mantos de las noches
que llevas sobre tus hombros,
llenos de estrellas brillantes
llenos de besos de asombros.
Y de caricias que quiero
con la pasión de tu fuego,
que voy sintiendo muy dentro
cuando más me desespero.
¡Ven amor, que no te tengo,
quiero libar... tu veneno,
que los naranjos florecen
aromando por tus senos!

Elisa en: "Don Anselmo"
2/2008

3/5/10

Las mermas


Bien sé que hilaridad siempre acompaña
y que ella nos divierte en los pesares,
nos deja como nuevos en los lares
con ganas de seguir dándonos caña.

No le tengo temor a la guadaña
porque ríe como yo estos azares,
regalando sus males siempre a pares,
nos insta a descender de la cucaña.

Ojalá no perdamos la cabeza
si hay colgajos, arrugas y fruncido,
para qué bisturí por las 'rebajas'.

El vivir necesita su destreza
acomodando amor al guarnecido,
y se aprovechan tantas horas bajas.


Ranita
ab/10

7/4/10

Divagaciones no tan extrañas

No pesa la mochila del sembrador, sólo pesa repetir el tiempo si no germinan sus semillas. ( De mi "Año de esperanzas" Elisa Lattke en: Salambó 2005)


Este rumbo impreciso que nos hace buscar e indagar por todo norte posible, donde nos ilumine una estrella; el que nos lleva a conocernos para sabernos incompletos y tan frágiles a la vez y, a veces duros e indomables y no porque lo seamos y sí, porque de ello depende nuestra consistencia espiritual, ante la corriente de vida que nos lleva en  este temporal de tantas dudas, donde las almas tienden a marcharse, dicen que con la muerte, liberándose cada una de su vestidura como en una metamorfosis que se intuye por fe, pero que otros nos dan sus razonamientos que 'justifican la validez de los criterios' y que la ciencia nos brinda. Así que ella, nuestra alma, mantiene su obligado encierro en su perfecta estructura intentando que el cuerpo la entienda y sepa que lo abraza y, donde habita sólo de paso y de forma temporal casi lo mismo como lo hacen algunos insectos en una metamorfosis física y espiritual hasta la muerte; porque a través de la vida propia maduramos en la otra y es tan inconmensurable la realidad que nos espera que por eso necesitamos más tiempo para alcanzar a comprendernos y contestarnos preguntas que nos asedian, porque sólo así sabremos al final de las tantas pruebas qué realmente nos darán respuestas, de este momento maravillo por el que pasamos y pasamos... sin poder detenernos nunca cuando hallamos el sentido de la vida. 


Parecemos como libadores de la flor que se nos concede en cada primavera biológica, donde el cuerpo no se resiste a todos sus sentidos cuando está sano. Quiere saber y aprender, para sentir y comprender la Vida amándola. Y cada uno en su 'reclusión osea', donde la carne se hace dueña del hueso con todos sus fluidos químicos, dividiéndose y transformándonos hasta la fase adulta por ley de su naturaleza, en ese mandato mágico que nos convierte en individuos únicos en su especie, pero similares al resto sólo en lo exclusivamente propio de su manifestación de ser lo que es y somos, como parte de la especie que le concede ella tan generosamente desde su nacimiento.


Una, que se conoce bien desde que sabe cuánto le inunda, no dejando que el pensamiento desvele las locuras  de las que es víctima incondicional, como creadora de mundos imaginados, por donde circula el espíritu de las cosas y toma del mismo su alimento para el alma, cree en lo que le hace feliz de puertas adentro y es bueno. Algunas veces parece como que nos sentimos por momentos, reos de nuestro propio Universo interior, descubriendo admirados lo que nos llena del propio  estallido de células vivas, que demandan  un orden desde el inicio donde el amor, donde se ilumina positivamente 'las señales y huellas de nuestro verdadero camino, pero con disciplina que alienta y, donde las cosas deberíamos llamarlas por su nombre, cuando nuestras moléculas reúnen  la misma fuerza de los astros (...).


 Acallamos el misterio porque es propio de descubrirnos a sí mismos y a la vez, se descubre en los semejantes. Desgraciadamente no todos estamos al tanto del murmullo interior que nos llama, para mirar desde allí la propia existencia con todos los sentidos, porque si lo hiciéramos a menudo, recibiríamos la única lección exacta y hermosa de paso hacia la finitud temporal. Todo momento es aprovechable porque está en nuestro código esperando ser parte de nosotros, programado y aprovechable porque todos tenemos como cuerpo en el Todo Único, la misma oportunidad de llevar a cabo lo que está escrito; y no nos debe de sorprender cualquier resultado, aunque en el caos olvidemos que nos ha pasado por algo, indistintamente de quienes intervengan en el mismo; porque siendo positiva la prueba dando un bien o un mal aparente en nuestro flaco criterio, hay una respuesta y una pregunta que debemos resolver el cómo o el por qué se da así,  y aún mucho mejor cuando no nos dan facilidades, para sentirnos totalmente felices y sí dolor moral o físico es su parte injusta; y siendo de la vida no siempre pasa por exceso de confianza, descuido, ignorancia y razones sociales de educación en cada individuo y, hasta por falta de valores. Es sólo un ajuste, un correctivo, un principio en la causa a resolver por nosotros mismos; es que lo necesitábamos para saber de qué punto exacto volveremos a reiniciar la marcha. Es una toma de conciencia ante lo que nos afecta individualmente sea como experiencia individual sin intervención ajena o compartida. Todos somos perdedores y ganadores del momento y el río en su corriente llevo el agua a donde hacía falta. y siendo así de cierto, cada ser le da una interpretación aunque no siempre es la que se espera en esa evolución que le conviene. Tendrá que esperar para acallar su propia conciencia ante lo que lamenta y aún no lo ve claro, porque no le dio el gozo que esperaba, la alegría de sentirse mejor o el resultado más satisfactorio para ser un poquito más feliz en este mundo, cuando el hecho de estar en el mismo, es también el de hallar en el proyecto de su vida algo  o mucho de felicidad. No siempre la toma de conciencia es igual para todos y a veces tarde en manifestarse tal como se espera. Hay realidades con su lustre especial y no superficial que nos deslumbran; y hay 'ilustres'  y profundas realidades entre las cenizas de su propia lumbre, de las que sólo hace falta avivar su llama para que se alumbre  nuestras mente, volviendo a retomar lo que nos queda en cada planteamiento, allí precisamente donde estaba antes del 'caos' original.


Una, que nació igualmente para ver la luz desde la otra eterna que nos exige ser testigos de la Vida, como quien ve desde los ocelos de 'una abeja reina', enorme y deforme, cuidada por sus obreras... Porque Tú mi Dios estás como dividido, como que ajeno a todo y no es así para resolvernos, en este cosmos inconmensurable donde habitamos y a la vez nos habitan. Pero no puedes dominar esta gran masa de dicha y desdicha, que  te hace fuerte y débil ante las cosas del mundo, sin poder remediar aún el acomodo inteligente de tu verdadera identidad en todos nosotros. En los que creen y en los que no, que estás de alguna forma en cada uno y eres por lo tanto, fuente de alegrías y desgracias; porque el bien y el mal deben equilibrarse en el conocimiento de todo lo viviente desde que eres y somos en lo mismo, cuerpo único.


Mírame Tú, mi fuente de vida, cuando yo era no sólo la idea aún no era nada en el embrión de una historia con principio y fin. Tú, imagen de mi ser, sientes como yo misma, que aún estás en este cosmos interior rodeada de sustancia líquida y sólida, llenando este insignificante infinito de razones  físicas para sentirme alguien, para ser digno y tomado en cuenta y a la vez, parte del resto en este todo individual para tu Todo glorioso, Tú que eres y serás. Pero tan poca cosa se es desde la perspectiva individual, cuando nos sentimos, porque sólo somos algo más desde la mirada y el amor que nos desea o nos quiere.  Sé que sientes cuando te sentimos dentro y no te negamos porque nos negaríamos a sí mismos. Hasta el temor de las miradas que no sabes, que no conoces , que están por verse y que forman parte de lo eterno, en este caos maravilloso de las casualidades en que se atraen  los átomos. Tú, que nos das el lenguaje para definirnos con las ideas, ¡bendito seas! cuando vamos probando con ellas la búsqueda del conocimiento,  para saber cuál es el propósito de la existencia. Pero aún sabiendo que, para ser un sólo cuerpo vivo, has de sentirte individualmente en el Amor y no en lo contrario, aunque no se nos de o se crea que no tenemos derecho a que se nos ame; porque es el que dará las claves para el verdadero reencuentro en la naturaleza de la humanidad, la que te intuye o te piensa fuera y no dentro, como células que somos en el cuerpo vivo de tu verdadera esencia.


Entonces, comprendo el por qué de los desencuentros que nos afectan, cuando nos sabemos seguros en la verdadera masa, núcleo de una realidad física e integradora de este Todo. Me lamento en este seno donde aún soy superviviente de mi tiempo sobre el planeta que me acoge,  y sé que he vivido todos los tiempos posibles en esos 'trasvases' de mi historia etérea, donde la memoria sabe de su carga y aconseja e intuye, conoce y se delata,  porque es también parte de una fuerza que la convida a la armonía de lo que  hay fuera y dentro de sí misma, en el tráfico del pensamiento que trae y lleva.


 ¡Oh tiempo mío portador de mi propio mensaje interior en busca del fin propio, para llevarme sólo la extracción de uno solo de mis pensamientos, el último que me sostiene, para conocerme en la prueba retirando de mí la difusa realidad en que ya voy desenvolviéndome! Todas las cosas ya estaban en la raíz que buscaba el brote en su encierro, para hallar su luz en su proyección desde su interior. Y fui en la hendidura de la existencia la necesidad impetuosa de su paso en el semen de su surco. Me llene de infinito, salí de mi encerramiento, vencí el obstáculo y me procuré entenderte para comprender lo que me iba transformando, porque sólo así sé cómo vencer la muerte. No podemos dejar de ser y amar o no amar es la pregunta. 
Y para que exista el mal y poder comprender su respuesta, deberíamos pensar que es el nombre de una ausencia que nos no nos llena nunca, cuando sabemos que de Amor se llena todo. La vida siempre comienza donde el amor no termina.


  Elisa en: Salambó

1/4/10

¡J. S. Bach! (Sintiendo a Dios)



Aunque las escrituras no lo digan, todo verdor renacerá."
(M. Benedetti)

Para sentir a Dios hay que percibir con el corazón, porque si razonamos su existencia fuera de nosotros, lo veremos lejano como un mito.
 El ego propio instintivamente interfiere por experiencia práctica, no admitiéndolo; pues estamos  mucho más ligados a la tierra por instinto de conservación, partiendo siempre de la propia  experiencia, por lo tanto nuestra armonía se equilibra con el medio que conocemos, sin permitir que  interfiera "lo desconocido y no probado" Pues son las necesidades materiales de todos los días las que nos dan muchas respuestas, buenas o malas y más lo  contrario. Esta es la lógica de la razón común a muchos seres humanos que no creen en un "Ser Divino". Pues argumentamos con los   sentidos que nos unen al mundo, cuya finalidad como creencia tiene su lógica práctica pero exenta de espiritualidad, para elevarnos por encima de las circunstancias que dañan la esperanza, en esa busca de la felicidad. La lógica de la existencia es "vivir el hoy pensando que moriremos mañana", por lo tanto hay que aprovechar cada momento. Siendo lo práctico lo que conocemos. Olvidamos la perfección de 'la máquina humana' y lo que la compone para ser perfecta, incluso esos fluidos  tan gratos para sentirse responsables y equilibrados en cada impulso que ella sugiere, dominando a 'la maquina' por sentido común, porque de sus efectos negativos, ella también nos pasa factura.
 Si no fuese así y fuéramos más conscientes del espíritu de esa Esencia espiritual que fuimos antes, como somos y seremos de paso por el mundo, los seres humanos que organizamos la vida en el planeta donde estamos de momento, no podríamos defendernos para conservar la llama que nos hace dueños de nuestra supervivencia en el Cosmos. Pues todo lo que es , fue y será está perfectamente diseñado para que no se extinga el fuego eterno.

Razonar creencias espirituales o la fe propia sin prejuicios, y de forma inteligente, aunque se niegue la intervención de una existencia o su naturaleza divina, es incluso absurdo para quien tiene  fe sin plantearse nada contrario a su razón, mientras no sea por fanatismo o imbuida de proselitismo por necesidad de cambios más materiales que le son ofrecidos y no, esos otros que tienen que ver con los cambios estructurales de los alcances prácticos que tienen los razonamientos para entender la vida, "dando al mundo lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios" Y no, que el 'Cesar' se aproveche de 'todo dios' para darse lo del mundo, porque hay mucho desinformado que no razona con el cerebro y sí con el estómago por necesidad.


Ante la arrolladora fuerza de la Creación que nos lega lo que somos; deberíamos sentirnos privilegiados al nacer para el mundo, como testigos de una obra única y perfecta, que nos permite el libre albedrío de aceptarle a Él o no, razonando desde nuestros sentidos todo cuanto es y sirve y le servimos al medio que se ha creado para nosotros, porque era el lugar ideal para albergar lo que llamamos Vida, a este lado del universo en la Vía Láctea  donde se halla nuestro planeta Tierra. Pues parece que la Ciencia no ve seguro otro lugar en el inconmensurable Cosmos, pues no conocemos hasta el momento otro exactamente igual,  que reúna las mismas características y estemos seguros de ello, para que se desarrolle algo parecido como en éste sitio, si lo meditamos con detenimiento.  Salvo que ya se sepa y eso sí que sería terrible para la mayoría, partiendo de los escogidos en el 'plan escapada' al que no estaremos de invitados, en el caso de saber que el planeta nos lo hemos cargado entre todos, como se ve a este paso que lleva.

Son muchos los nombres que le damos al Hacedor. He tomado del "Wikipedia" estos datos para este link, y que puede servir de aclaración al tema de los nombres dados al Hacedor:

 http://es.wikipedia.org/wiki/Nombres_de_Dios_en_el_judaísmo#El_tetragrama

Los cristianos le llamamos con estas cuatro letras, Dios.   Aquí en este link hay una explicación más exacta y el  por qué:


 http://www.ewtn.net/spanish/preguntas/nombre_de_Dios.htm

Algo más:

 http://209.85.229.132/search?q=cache:4JSl6ld4uBQJ:www.cadaestudiante.com/articulos/probar.html+http://www.www.cadaestudiante.com+›+La+Existencia+-&cd=1&hl=es&ct

No obstante soy partidaria de la libertad de cada cual, respecto a sus propias creencias, su forma de llevarlas con respeto a los que tienen fe en la existencia e intervención divina, sin que para nada se sientan agredidos o desafíen la fe de los otros que no piensan como ellos. Se puede argumentar la fe propia con el ejemplo, con actitudes personales positivas que favorezcan a otros seres humanos, el entorno, la libertad, la caridad que no siempre es económica y  sí altruista al servicio de otras necesidades, que precisan de nuestra colaboración y presencia, cuando  necesitan de nuestros conocimientos prácticos de forma gratuita, enseñando lo que sabemos o colaborando a otros, podemos convertirnos en solución facilitando ideas y cosas buenas donde hagan falta. Igualmente, no siendo conflictivos, damos el ejemplo, paz y amor, por la dedicación y el servicio desinteresado al mundo que nos rodea; y todo eso no necesita el ser creyentes o por fe en Dios, aunque sean también una parte importante de nuestras convicciones  espirituales, que a nosotros nos valen para andar por la vida. Necesitamos todos de gente buena, rodearnos de ella  porque nos beneficia y le prestamos a los demás  una parte de nosotros, al colaborar sin otro interés, pues es una forma de sentir a Dios, de tenerle más cerca de nosotros y llenarnos con buenas obras y, si es posible, en silencio. 

El argumento para rechazarle o conocerle está en cada uno de nosotros, siendo libres para manifestarse. Pero también puede ser la clave para sentirle. Porque Él es dualidad y sin ella no sabríamos apreciar el bien del mal. Los dos opuestos son parte de un  plan que equilibra lo que está dentro y fuera, arriba y abajo y así funciona el mundo que nos rodea. Porque para saber que fuimos, somos y seremos, tendremos que sentir o saber qué puede darnos lo contrario al amor, lo que cambia nuestro interior y nos hace infelices. Si no amamos seguiremos muriendo espiritualmente, viviremos para el hedonismo y la vida práctica, por la comodidad que nos produce. Hay muchas formas de irnos muriendo antes de la fecha que nos corresponde. La consecuencia de todo ello, la tienen factores que niegan toda posibilidad de entender a Dios, desde el propio dolor o el ajeno que nos afecta igualmente.

La naturaleza divina en cada uno de nosotros se manifiesta de diferente forma y, si es buena lo sabremos por cómo pensamos y actuamos, porque no es sólo el pensamiento que nos produce la teoría, para hacer esto u lo otro en la práctica; si no el ejemplo para que la palabra tenga vida y haga su efecto positivo en otros y en nosotros.
Él se manifiesta en la belleza y la fealdad, la torpeza y la inteligencia, el amor y la repugnancia. Siempre la dualidad al servicio de la experiencia y todos hacemos en nosotros a 'dios' "a nuestra imagen y semejanza". Pero  Él también representa la fuerza mucho más cuando unificamos siendo palabra o un solo hombro, que empuja lo que estorba y cierra, rompe y daña la libertad del hombre haciendo de su caminar por el mundo, oscuridad, miedo y desesperanza.
  El servicio a los demás nos regala enseñanzas: La admiración que debemos reconocer en otros seres por lo hacen con sacrificio. Muchos, negándose a sí mismos para darlo todo por sus convicciones humanas o por su fe  religiosa y lo hacen de forma honesta sin esperar a cambio,  nada y, es que tampoco lo desean aunque les falte. Sabe perfectamente que 'Dios' lo sabe y en cualquier momento Él estará allí tocando su puerta o visitándole, para ofrecerle lo que le falta o sorprenderle cuando más falta le hacía y nunca se lo esperaba. Estos milagros no los programa el azar, aunque así se les llame o se les diga 'milagro'. Es que Dios es así cuando realmente tú corazón no se cuestiona un bien, pero tampoco espera un beneficio a cambio.
 La incomprensión con la que luchan muchos seres buenos, cuando se enfrentan a otras culturas y al peligro de sus leyes, la sinrazón de sus normas sin Derechos Humanos, junto al riesgo del dolor físico y moral y hasta el riesgo de perder la libertad o la vida, de forma injusta y por servirles, es de loable admiración y agradecimiento por lo que hacen, enfrentándose a muchas injusticias por conseguir lo contrario, pero siguen dando lo mejor de sí mismos y lo hacen por amor, dando ejemplo y testimonio del plan de Dios hecho hombre y por ser de buena voluntad, constatándose que Él existe en cada hombre se inmola por una buena causa; y está esperando a que hagamos un poco de lo mismo en cada uno de nosotros. Lo está en el trabajo honesto que hacemos, el esfuerzo por sacar adelante una familia, perdiendo horas de sueño o descanso y hasta un merecido ocio disfrutando de la misma y el hogar que se tiene, porque todo lo que se da es bueno, tan de la carne y el hueso como nosotros mismos. A veces cuesta y mucho ser seres sensibles, "dejarnos llevar por emociones pasajeras sin sentido práctico que nos beneficien" ¡Y no hay cosa más maravillosa que sentir a ese 'dios' interior, ocuparse con piedad y mucha ternura de quien menos se merece nuestra buena voluntad!  Yo estoy convencida que, como seres de esencia espiritual, fuimos antes de ser lo que somos. Nos multiplicaremos como semillas si así nos sembramos para el bien, porque Dios es eterno y necesitamos de esa transformación espiritual.
Ahora, cerremos los ojos por un instante y escuchemos la música y una bella voz en esta cantata de un gran compositor. Sólo necesitamos dialogar con nuestro interior y sabremos porqué Él está en nosotros siempre, aunque lo intentes negar y colocarle todos los males de la humanidad, incluso los más terribles fenómenos naturales que destrozan la vida, que nos hacen daño y duelen porque es carne de nuestra carne,  el dolor ajeno en el Dios hombre y, el todo en lo Único porque somos su cuerpo vivo. Dolor y llanto de Dios, pero también es gozo cuando somos felices. Está ahí en cada uno y nos sabemos de su esencia, por eso decimos que Él lo sabe de todo... ¡Cómo no saberlo!

 No hemos aprendido a conocerle por eso nos sentimos por momentos apartados de su presencia, porque no queremos tener 'conciencia de dios'; apartado de nosotros, ajenos a la vida propia y ajena cuando es de lo mismo en la nuestra y en la de todos.
Es el misterio de nuestra existencia  hecho millones de millones de organismos inteligentes. Vivos. Los que dicen ser hombres inteligentes porque lo son, animales de muchas especies y plantas, elementos para sentir la Vida, porque es ella misma en la de cada uno, en su código perfecto para la evolución y la transformación. La ambivalencia de Dios está en todo. La maldad y el bien, el principio y el fin, el ser y no ser, alpha y omega... Lo eterno. No nos perderemos de ser al morir, sólo nos transformamos y es un merecido descanso para el alma que se viste de naturaleza espiritual dentro de la materia que nos prestan, sólo para aprender a conocernos y conocerle, nunca fuera y sí dentro porque somos testigos  únicos de su obra. Se envanece en nosotros. Y como  cualquier célula que depende de su cuerpo vivo para alimentarse, respirar y eliminar residuos que quema para mantenerse sana desde su microcosmos, que la lleva, Este dios y Padre de la humanidad es así de generoso desde el corazón en que se aloja. Así que nada muere  bajo el cielo.
...
Aquí estoy en el brillo de una lágrima emocionada por tanta belleza que nos regala, a través de la creatividad, la de hombres privilegiados que escoge para que el resto les sienta a Él, mucho más cerca y mucho más humano a partir de nuestros iguales. La presencia divina se manifiesta  en algunos momentos densos de nuestra vida, cuando esto pasa nos transforma  y os asevero que nos hace algo mejores.  Muchos mensajes interiores, incluso poemas y pequeñas relatos y prosas poéticas, los he recibido a través del amor que me sugieren. La música es conductora de estas manifestaciones del alma o contemplando la naturaleza. Otras, ese mensaje está dentro de mí y su respuestas es muy gratificante.

Elisa