Se codicia lo infinito
y algo queda pero menos:
los arraigos de este mundo
por amar lo que queremos.
Y del árbol que envejece,
se le corta y leña hacemos.
...
Viejo tronco agotado, te vencieron
Y algún brío brotando por su tiempo
lo arrasó el mal viento que le dieron
en vuelos de codicia y a destiempo.
Hoy las ramas se despiden de las aves
y las vence todo aquello cuando soplan:
Tempestades, vendavales y huracanes
de tormentas insanas que se acoplan.
El ruiseñor de otros tiempos ya no vuela
ni posa por tus ramas con certeza;
hay verdores temiendo por sus vuelos
evitando ser plaga de maleza.
Se han callado los vientos en sus sombras,
enmudecen trigales y maizales;
las alondras abrigan sus polluelos
y vuelan para siempre los zorzales.
Cuesta ver y mirarte desde lejos
cuando antes eras rey en el paisaje...
Te acompañan urracas con las grajas
y mochuelos debajo del ramaje.
Bajo el monte escondido merodea
el gran depredador de tu comarca,
hacha en mano amenaza con librea
al ser el cobrador de alguna Parca.
Elisa