Anoche cuando pensaba
pensaba que no dormías;
que por alguna razón
las almas se entretenían.
Y era tanto lo pensado
que por sentir, se sentía;
dos cuerpos enamorados,
que en su ausencia se morían.
Anoche, el aire nos llevaba...
No sé dónde, dónde se iban,
porque con sólo sentirse
las almas se entretenían.
Y era tanto lo que amaban,
que en una racha fugaz,
marcharon en remolino
en su danza del soñar.
Anoche cuando pensaba,
ya pensaba por demás;
¡que no éramos dos almas
y sí la brisa del mar!
*alv en: "ranita Azul"