Nunca pierdas el tacto de la vida,
la caricia sutil de una mirada,
el encanto del beso enamorada
y la fuerza interior, bien convencida.
Y cuando ames, disfruta complacida
con tu cuerpo y el alma valorada;
sé brillante como estrella a la alborada
que no apague tu luz, bien merecida.
Una piedra no llega a hacerse roca,
si no crece en altura con los años
y por eso consigue su dureza.
La mujer con esencia se coloca
en el claustro más fiel sin desengaños;
refugiando su amor en fortaleza.
Australia Elisa Lattke Valencia