rechacé su materia sintiéndome asfixiada;
no quería la vida pero fluyó en mi espacio
un sensible poema, hallándome en el llanto.
-¡Me ahogaba este mundo de vanidades vanas!
Me vistió la mente y me cedió su espacio
dejándome dormida en sueños de sus noches;
caminé en la niebla del brazo de la vida
y supe mi destino con ella, congelada.
En pasos penitentes, su yugo que es el mío
y el viento empujando a pretéritos vividos;
y justo allí... su alma me desdobló las horas
de inmensas soledades e infinitas miradas.
Y no estuvimos solos,
irradiaba el día
con su cansancio de soles,
desnudez suya y mía.
-¡Y no hay que ser dios...
para sentir quién nos ama
para sentir quién nos ama
y no ahogarse en el mundo,
cuando se abraza un alma!
cuando se abraza un alma!
Elisa en: "Don Anselmo"
2010
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¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.