Estáis y se agradece

5/4/10

Mi amada Alma:




Sé que estás ahí como el viento que rodea, como la hoja en  rama que se agita; bajo la fronda muda de las sombras en el árbol donde te cobijas.
Sé que muda lloras y cuando dentro gritas. Permaneces ahí como una fría estatua  de mármol o hielo, congelada; pero aún en tu corazón sientes el fuego, la llama encendida de las cosas, un estallido de versos que te llaman. Vives de los sueños de los días, cargando uno tan sólo de amor que te quisieras en los brazos; pero, a las espalda han puesto la medida del peso de una prueba, y la llevas con dolor en cada paso.

Aquí, hago de mi invierno que se me va echando encima, huésped austero e imagino a Sibilius tocar su piano para mí; algunas veces, deshojo pensamientos y les pregunto de mi anhelo vano. Otras veces pienso en los rosales celestes... en el tiempo sin ventajas que me queda; en la yerma noche sin espejo y con mi vértigo, acusando mi ansiedad por la cabeza, te sueño donde voy  juntando mis estrellas.

Coso el tiempo de mis ideas hasta el alba, porque es contumaz  el sentir de la añoranza, en este hermetismo en que se cobijan las heridas, donde  sabemos qué se siente en el alma de las cosas que pasan y nos pasan. Comprendo todo lo del mar y su luna, mi cruz..., tus palabras y las mías e incluso la luz que no se ilumina en tus manos para decirte cuánto te quiero, porque se han hecho mis palabras migratorias y sonámbulas, tengo miedo de preguntarte y de saber por qué de tanto silencio al que jamás me acostumbraré, pues es el de un Campo Santo donde florece la única rosa roja, la única a la que puede cantar un ruiseñor.

Se hace rumor de flautas dentro de mi corazón cuando lloran; y hasta al dedo del viento señalando el trino y la vigilia censurando, tienen los arpegios  en las notas del pentagrama de los ángeles. Y sé de mi corazón envuelto en fogaradas y sé de su latir húmedo al relente mirando mi vida desnortada,  que se derrama por mis manos... hecha de versos sólo por ti ¡Siendo imposible amar más a quien nos sabe!

Cuando se tiene algo de nosotros en las pupilas, sólo falta cerrarlas para sentirnos vivos
con esa metáfora del hombre que imagina, ser hoja del árbol de la vida que se  desprende del mismo cada día. El sol , la luz del mundo parece más oscura cuando vemos que nos sigue con sus pasos lentos, levantando pensamientos que dejamos atrás con nuestro llanto, viendo que nos espera en todo espejo lo mismo y mirándonos de forma imperturbable. 

Hoy tú y yo nos echaremos un pulso con la vida y el premio, será el amor que nos tenemos.
 ¡Qué canten las aves y que Dios no calle el amor de las palabras en vuelo!

Elisa 

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¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.